Febrero de 1897 estuvo lleno de trabajo productivo para Gauguin. Inmerso en la creatividad de una isla exótica, el pintor envía regularmente su trabajo completo al continente a través del crucero “Dughet-Truin” y el doctor Guze del barco. Al encontrarse en la isla con una estética completamente diferente, Gauguin no solo absorbió las nuevas normas, sino que también buscó familiarizar a los europeos con esta belleza salvaje de Tahití y sus habitantes.
Y aquí el crucero se prepara nuevamente para irse a casa, pero Gauguin no tiene tiempo para terminar el lienzo. Después de haber cerrado en casa, él, trabajando largas horas seguidas, agregó una foto: el maestro, sin importar qué, quería enviar un nuevo retrato de Tahitian desnudo con este vuelo.
La pintura, que el pintor tenía tanta prisa por terminar, se llamaba “Nunca más”.
En la cama rica yace una joven desnuda. En el fondo, el artista representó a dos personas en la puerta que hablaban animadamente sobre algo. Las paredes ornamentadas no detectan inmediatamente un cuervo sentado en una ventana.
En la esquina de la obra hay una inscripción visible en inglés – Nunca más, que significa “Nunca más”.
Algunos investigadores ven en esta inscripción y el pájaro negro una referencia a la obra más famosa de Edgar Po, El cuervo. De hecho, en el poema hay una línea donde el cuervo pronuncia una frase que coincide con el nombre de la imagen.
Para traducir la trama, el pintor eligió tonos sombríos, que crean ansiedad y algún tipo de cautela. Tales sentimientos se leen en la cara de la heroína: ella escucha con entusiasmo la conversación, observando a escondidas al pájaro y luego a la gente hablando.
La realización técnica corresponde al estilo habitual del maestro: pinceladas gruesas, colores expresivos, claridad de líneas.
Uno puede discutir mucho sobre el significado profundo de esta imagen y durante mucho tiempo, que es lo que hacen muchos historiadores del arte e investigadores de las obras de Paul Gauguin. Sin embargo, el propio maestro argumentó que lo más valioso en el trabajo era lo que no se expresó completamente. Es por eso que cualquier pintura de Gauguin, especialmente sus obras del período tahitiano con nombres de programas, puede tener más de una docena de interpretaciones diferentes.
Hoy, gracias al radiograma, se sabe con certeza que la pintura “Nunca más” se pintó sobre otra imagen.