El arte de Robert Kampen se encuentra en los orígenes de la pintura holandesa del siglo XV. Sus manos, los investigadores atribuyeron a un grupo de obras que anteriormente se consideraba la obra de un artista anónimo, conocido como maestro flamenco. Casi todas las obras de Robert Kampen son pequeños altares.
A pesar de que, como en la Edad Media, los temas de sus obras son religiosos, el artista los decide de nuevas maneras.
En la pequeña obra maestra “Madonna and Child by the Fireplace”, María está representada en un interior acogedor: con la naturalidad de una mujer sencilla, está ubicada junto a la chimenea, rodeada de artículos domésticos ordinarios. Sin embargo, a primera vista, el espectador ve en esta imagen algo más que va más allá de los límites de la vida cotidiana: la vida del espacio representado por el artista parece detenerse, no sujeta al flujo habitual del tiempo, con toda su concreción se percibe como perteneciente no a la realidad prosaica, sino a algún otro ideal. el mundo
Cada objeto representado se convierte en un símbolo, como si irradiara de sí misma una belleza imperecedera: por ejemplo, el lavamanos y la toalla simbolizan la pureza de María, la ventana abierta y la luz que brota de ella, la presencia de un principio espiritual, la chimenea, las fuerzas malignas de las que María protege al bebé.