Tal es la imagen de F. P. Reshetnikov “¡Por la paz!” Este trabajo está dedicado a uno de los problemas más agudos de nuestro tiempo: la lucha por la paz. El escritor, que tomó la historia en la trama de la fotografía del artista, recrearía las páginas del ataque de posguerra de los estibadores franceses que se negaron a cargar armas para una nueva guerra. Él diría que la paz en la tierra es defendida no solo por los adultos, sino también por los niños. Y, tal vez, comenzaría su historia con la historia de la pequeña Etienne o Francois: el moderno Gavrosch.
Han pasado muchos años desde que el pequeño Gavrosh murió en las barricadas de París, pero él no murió, este muchacho desesperado y desafiante, alegre y amable. El corazón ardiente de Gavrosha ilumina el camino hacia la felicidad, la libertad y la justicia para millones de personas. El brillo del corazón de la gamina parisina se encuentra en el corazón de Pavlik Morozov y Serezha Tyulenin, un pequeño cubano o griego, residente de Hiroshima o Leopoldville. El brillo del corazón de Gavroche y en el corazón de Francois.
Tal vez su nombre no era el caso, pero era hijo de un estibador francés y descendiente del glorioso Gavrosch.
En sus diez o doce años de vida, vio mucho dolor. No es el disgusto de que un juguete favorito se rompió o el viento tomó una cometa, sino un adulto, una gran pena: la guerra, la necesidad, las pérdidas pesadas e irrevocables… Y Francois se hizo más viejo que sus diez o doce años. Reconoció el verdadero precio de la guerra y la paz y se paró junto a los adultos bajo la bandera de una paloma volando.
Ahora sabía muy bien que la paloma no es solo un pájaro hermoso, el objeto de admiración de todos los niños, es un símbolo de paz.
Por lo tanto, su compañero más joven pintó una paloma blanca en la pared de la casa. Y el otro, un poco mayor, trepando en la espalda de un amigo, escribe letras grandes “Pa1x!”. El niño sostiene un cubo; no hay arena para jugar, sino pintura para un eslogan, para el servicio militar obligatorio, para la lucha. El más joven de esta compañía juvenil da mucho miedo, pero está lleno de coraje, este niño y su gesto con el que saca su balde es infinitamente conmovedor y expresivo.
Francois senior en este grupo. Él tiene toda la atención, toda la tensión.
Infantil grave y penetrante en los ojos, apretadamente apretada boca pequeña. Toda la figura es la personificación de la ansiedad y la tensión. Estos muchachos saben muy bien que su ocupación no es una broma infantil inocente, sino una lucha política seria, la ayuda que brindan a sus padres y hermanos mayores que acudieron a una manifestación.
Los manifestantes están justo aquí, a la vuelta de la esquina de la plaza, donde el cielo brilla a través de las cuencas vacías del enorme edificio destruido durante la guerra. Y en la entrada de caballeros cobardes y enojados. “Más bien, dispersar, pegarles”, parecen gritar a la policía. No discutas, si la policía los encuentra aquí, la policía borrará los lemas, pero estos chicos los escribirán una y otra vez hasta que el mundo conquiste…