La pelota “Beautiful Isolde” fue escrita en un año. Esta es la única pintura de William Morris que tiene un tamaño tan modesto.
Para la princesa Isolda, Jane Bearden posó, anticipando sobrenaturalmente su futuro papel como una belleza fatal de una manera sobrenatural. El fondo estaba escrito predominantemente en la habitación de Morris en Red Lion Square, donde, según Philip Webb, la cama había estado desatendida durante meses. La película, basada en el episodio de la leyenda de Tristami e Isolda en el recuento de Malory, muestra al personaje principal, afilado en la habitación y lamentando la ausencia de su amante, quien fue expulsado de la corte del rey Mark.
Mientras que los colores brillantes, los patrones y el hacinamiento nos hacen recordar las acuarelas de Rossetti, en “The Beautiful Isolde” hay más espacio libre. Incluso si Morris no era un artista tan hábil como Rossetti y Milles, estaba muy atento a la textura de los objetos y al papel que desempeñaban.
Los pliegues ordenados de la tela de damasco en el altar se descargan cuidadosamente y se ponen en marcha de la misma manera diligente transmitida por los pliegues erráticos de las hojas. Esos, a su vez, contrastan con el grueso tejido de la alfombra turca, bordado con una manta persa y un tapiz azul bordado en el fondo, que se asemeja a los experimentos de Morris con patrones para cortinas.
Además de la abandonada Mariana, Isolde está tristemente en la mesa, sobre la que se encuentran los objetos llenos de significado simbólico. El cinturón, que ella sujeta en la cintura, significa castidad forzada; también el perro de Tristam, que yace acurrucado en su cama entre las cálidas sábanas arrugadas. En el espejo, en el que se ve Isolda, está escrito “DOLORS”; en la corona de la reina – ramitas de romero, un símbolo de la memoria, y una enredadera, un símbolo de fuertes vínculos y afecto.