La pintura de Parmigianino “La conversión de San Pablo”.El tamaño del cuadro es de 177.5 x 128.5 cm, madera, óleo. La imagen de un hombre en el arte de los manieristas no solo pierde un significado heroico, sino que está llena de una sensación de confusión, ansiedad, pero también, obedeciendo gradualmente un ideal convencional, puramente aristocrático, pierde sentido y significado independiente.
El rechazo del realismo renacentista, el deseo de oponerse a la realidad del mundo de la fantasía subjetiva del artista conduce al subjetivismo subrayado característico del manierismo temprano, la distorsión deliberada de las proporciones de una figura humana y la subordinación de un esquema lineal arbitrario, la irracionalidad del espacio, el color abstracto, la cultura de dibujo unilateral.
Pinturas en escenas bíblicas Parmigianino escribe en tonos azul-grisáceos, dándoles un cierto matiz místico. El cielo tormentoso, el caballo de crianza y la postura exageradamente trágica de Paul en el cuadro presentado “La conversión de San Pablo” parece excesivamente teatral, educado, lo que, en general, corresponde a este estilo artístico.