Vistas urbanas en el siglo XVIII, se decidió revivir figuras humanas. Canaletto se mantuvo fiel a esta tradición. Mirando de cerca, uno puede encontrar que las figuras representadas en sus pinturas no son personalidades específicas, sino tipos: el gondolero “en general”, el noble “en general”, el sacerdote “en general”, el ama de casa “en general”, etc.
Es decir, cada personaje se caracteriza no por rasgos individuales, sino por un traje o un conjunto constante de gestos, como, por ejemplo, en el boceto “Figuras”. Incluso en grandes lienzos, las figuras que participan en la acción permanecen anónimas y generalizadas. No viven sus propias vidas, sino que simplemente “ocupan” el espacio artístico, representando signos y etiquetas sociales.
Al mismo tiempo, el deseo de Canaletto de mostrar la vida social de Venecia en toda su diversidad está fuera de toda duda. Esto está confirmado por sus pinturas “inglesas”, que difieren, en términos de figuras humanas, por un mayor esquematismo.