El propio artista enfatizó particularmente este panel pictórico como “resolviendo el problema del gran arte decorativo ruso”.Esta expresión primero sirvió como el nombre expandido del lienzo, en el primer vernissage, donde se mostró.
La imagen es una polifonía real de planos y semicírculos que se extienden por el campo del lienzo y se asocian con ondas de sonido que emanan de la Torre de la Campana Iván el Grande. En la imaginación, este lienzo produce carillones carmesí polifónicos de Pascua. El estilo de escritura cubofuturista no impide el reconocimiento de las cámaras y torres de piedra blanca con arcos, aberturas y cúpulas característicos que son tradicionales para Rusia.
El cono inestable del campanario dobla su cabeza hacia la cúpula principal, y parece como si estuvieran abrazados por un solo ritmo que emana del timbre en el centro de la imagen tratando de sacudir la campana. La cascada de ondas de color-sonido se combina con sectores brillantes de triángulos y semicírculos, creando una imagen completa del microcosmos.
En “The Ring” Lentulov resultó ser el exponente de la búsqueda de su época. Deseando encontrar una imagen para una encarnación monumental, recurrió a las imágenes tradicionales del arte ruso. En esta imagen, se reflejaron muchas características de los murales arquitectónicos característicos de los iconos rusos y los frescos del siglo XVII.
Por ejemplo, la falta de una perspectiva directa, patrón ornamental, ingravidez de formas engorrosas, planitud, pluralidad de puntos de vista.
Al mismo tiempo, Lentulov expresó problemas perturbadores en un lenguaje tan moderno, que permite transmitir la percepción de la antigüedad por parte de una persona moderna y al mismo tiempo existe en una atmósfera de cambios rápidos y ritmos sucesivos.