En la trama de la fotografía encargada por el rey español Felipe II, Tiziano eligió la trágica historia de amor de Venus y Adonis. Terminó esta pintura en 1554, cuando su patrón estaba en Londres con motivo de su boda con María I Tudor, reina de Inglaterra. La imagen no estaba muy en armonía con las celebraciones de bodas, pero correspondía completamente a la adicción del rey al cuerpo femenino desnudo.
Anteriormente, Tiziano le envió a Philip una foto de la cara desnuda de Danae. En una carta al rey, explicó que al colgar las dos fotografías una al lado de la otra, podría disfrutar de la belleza del cuerpo femenino desde diferentes ángulos. Tiziano llamó a esta imagen un poema: la trama está tomada de la mitología, pero poéticamente procesada.
Representó a Venus desnuda, aferrándose a un joven cazador que no presta atención a sus oraciones y está listo para ir de madrugada a cazar.
Cupido duerme debajo de un árbol, mientras que el sol sale en un día fatídico. Adonis. Cuando Mirtha engañó a su padre para que entrara en una conexión incestuosa, los dioses lo convirtieron en un árbol para protegerlo de su ira.
Pasó el tiempo, el tronco del árbol se partió y nació Adonis.
Atrapado por la Flecha de Cupido, Venus se enamoró locamente de un hermoso joven. Ella conocía la profecía de que Adonis sería asesinado mientras cazaba, e intentó evitar esta desgracia, pero Adonis era inflexible en su intención de ir a cazar, donde fue asesinado por un jabalí. Después de la muerte de Adonis, las rosas crecieron del lugar de su sangre y de las lágrimas de Venus: las anémonas.