En la obra “La soberana Venecia con figuras de justicia y paz”, destinada al Salón del Colegio del Palacio Ducal, Venecia se presenta en forma de un gobernante sabio y amable. Ella se sienta en el trono, sosteniendo un cetro en sus manos, con una sonrisa real jugando en sus labios.
El terrible león, humildemente acostado a sus pies, simboliza a San Marcos, el patrón celestial de la ciudad. Una figura arrodillada con una rama de olivo personifica el mundo. Una figura con una espada y pesas – Justicia.