Georges de La Tour es un famoso escriba vivo francés, que escribió sus obras en el género de la “pintura del mundo de la orina”.La obra de este artista se caracteriza por una gran variedad de imágenes, un color maravilloso, la capacidad de la pintura de género para representar a las figuras majestuosas e importantes.
Al comienzo de su carrera, Georges de La Tour se unió a la dirección de los Caravaggis que trabajaron en la primera mitad del siglo XVTI. Se diferenciaron de otros pintores en que transfirieron temas religiosos al suelo doméstico. Por ejemplo, en el estilo de Caravaggistes, el artista pintó “Sharpie”, “Fortune Teller”.
La Tour, un artista de sentimientos abiertos, genuinos y sinceros, poseía una especie de técnicas de escritura. Sus pinturas son reconocibles debido a la presencia de formas generalizadas muy breves y el efecto de una vela encendida, que distinguió el estilo creativo del artista.
En los años 30-40, durante los tiempos de mayor crecimiento creativo, La Tour cada vez menos se centra en temas de género, escribe sobre todo pinturas sobre temas religiosos. Las imágenes bíblicas le dan al artista la oportunidad de iluminar más ampliamente muchos de los problemas de la humanidad: el nacimiento, la vida, la paciencia, la compasión y, finalmente, la muerte. Un ejemplo es la pintura “Crianza de la Madre de Dios”, “San José Carpintero”, etc. En este período en las obras de La Tura se pueden observar elementos del estilo clásico: rigor, claridad y claridad constructivas, certeza de la composición, equilibrio suave de las formas generalizadas, perfecta integridad del bosquejo. estática
La pintura “San Sebastián y las esposas santas”, una de las últimas obras de La Tour, en ella le da a sus personajes las características de lo eterno y la supra-paz. La imagen de Sebastian, similar a una escultura antigua con una figura perfecta, se presenta en primer plano. A diferencia de la mayoría de los artistas que recurrieron a esta historia, Georges de La Tour mostró solo una flecha que perforó su cuerpo como símbolo de martirio.
Esta técnica fue tomada por el artista de los maestros del Renacimiento, que sirvió como ideal para los pintores franceses de la época del establecimiento del clasicismo. La obra de Georges de La Tura, uno de los grandes pintores de su época, tuvo una gran influencia en la formación de las actitudes y la forma de escribir de las generaciones posteriores de artistas.