El pintor español Antonio de Pereda y Salgado fue influenciado por Ribera y Velázquez, pintado sobre temas históricos y religiosos. El ermitaño presentado en la imagen se representa de acuerdo con la iconografía tradicional. Los atributos de Jerome, el libro y el tintero, son símbolos de sus obras literarias, ya que a él se le atribuye la primera traducción del Antiguo Testamento del hebreo al latín.
En manos de un ermitaño – una cruz de madera hecha en casa, en la esquina hay una piedra. Con esta piedra, golpeó su pecho, tratando de escapar de las tentaciones diabólicas. La voz de trompeta a la izquierda anuncia el apocalipsis, y el cráneo es un símbolo de la fragilidad de todas las cosas.
El tema del fin del mundo también está relacionado con la imagen del Juicio Final de Durero que se muestra en la página de un libro abierto.