La pintura “Retrato de Isabelle Raustorn” fue pintada por Francis Bacon en 1967.
La cara de un mono con las cejas negras y el contorno de los labios manchados es el retrato de una mujer hermosa, aristocrática, siempre impecablemente vestida y con estilo. Pinceladas ásperas de pintura negra Bacon dieron una expresión adicional al fondo de mosaico azul.
Fragmentos de vidrio azul en el techo actúan de manera bastante agresiva sobre la psique del espectador, tomando la imagen como algo trágico.
La imagen de los cañones en el fondo tampoco se agregó al retrato de la feminidad. Probablemente, es necesario respetar al artista y su obra con mucha fuerza, de modo que, habiendo visto su imagen en una versión tan inesperada, no exclame indignado: “¿Para qué? …”