El retrato del artista italiano Merisi da Caravaggio está pintado por el pintor y dibujante Ottavio Leoni. Michelangelo Caravaggio, el hijo de un albañil, comenzó su carrera como padre. Educación artística original en Milán.
Habiendo estado en Venecia, fue muy influenciado por el trabajo de Giorgione. También estudió en el taller de Cesari en Roma, donde trabajó más tarde y de donde en 1606 tuvo que huir, al igual que de muchos otros lugares, debido a la persecución de la policía debido a todo tipo de peleas y enfrentamientos en los que Caravaggio se enfrentó debido a Su temperamento desenfrenado y que muy a menudo terminaba en la muerte de sus oponentes.
Al final, después de haber recibido el perdón y el perdón de los pecados del Papa, Caravaggio decidió regresar a la ciudad eterna, pero murió debido a una enfermedad en el camino de Nápoles a Roma. En las obras y actividades artísticas de Caravaggio hay dos épocas. El primero incluye la mayoría de sus pinturas de la vida cotidiana: escenas de la vida nacional, imágenes de tabernas con sus clientes habituales, gitanos, jugadores de cartas y huesos, soldados que se parecen mucho a ladrones y otras personalidades dudosas, en cuyo círculo el artista a menudo tenía que recurrir.
Estos incluyen, por cierto, el “adivino”, “Sharper”, “La chica tocando el laúd”, “Lyutnist” y el “Descanso de camino a la tierra egipcia”. Las obras de esta era se distinguen por la observación sutil, la vivacidad del realismo y un color hermoso, brillante y dorado, cercano al color de los venecianos. Desde el momento en que Caravaggio se queda en Roma, ha habido un giro en su estilo hacia el segundo estilo, sorprendiendo con la dureza de la luz y la densidad de las sombras; los defectos de esta manera se redimen en cierto modo por la energía de la expresión y el poder peculiar del color, la luz y la sombra.
Este período incluye la mayoría de sus grandes pinturas religiosas, como La vocación del apóstol Mateo, La muerte de San Mateo del mártir, La conversión del apóstol Pablo, La crucifixión de San Pedro, La Asunción de la Virgen, El Cristo en Emaús, “La posición en la tumba”, “Coronación de Cristo con una corona de espinas”, “Martirio del apóstol Pedro”. Los retratos que surgieron de debajo del pincel de Caravaggio, con su mérito técnico habitual, sufren la transferencia insuficientemente sutil del carácter individual de las personas representadas, por ejemplo, “El retrato del hombre”.
El valor de Caravaggio en el arte radica principalmente en su deseo de reproducir la naturaleza sin adornos, lo que es, en la tendencia naturalista, que afectó al manierismo de los antiguos maestros italianos de su época y declaró la guerra irreconciliable a numerosos seguidores de la escuela académica de Bolonia.