En la representación de un paisaje con edificios antiguos, así como escenas cotidianas de la vida de los eslavos occidentales, el artista se adhiere a la historia. Pero, en esencia, el motivo histórico sirve solo como un lienzo, según el cual toma forma una imagen artística generalizada de una vida armoniosa y feliz.
Ante nosotros está la naturaleza pacífica, gente bien vestida, tonos suaves, de color azul verdoso, en los que se resuelve la imagen; todo esto es mucho más como un sueño de un futuro brillante que en la perturbadora vida privada de siglos pasados.