Murillo es, con razón, llamado el último maestro de la “edad de oro” de la pintura española. Era un contemporáneo subalterno de Zurbarán, Velásquez, Ribera, pero a diferencia de sus contemporáneos más antiguos, el artista, aunque llevaba las escenas religiosas a las calles españolas, seguía siendo una interpretación perfecta de las imágenes.
Algo más se puede ver en su foto “Little Beggar”, que se destaca con una interpretación realista de la imagen. Los colores hábilmente elegidos permitieron al artista mostrar los trapos y los detalles interiores del niño con una precisión casi naturalista.
La interpretación realista de las imágenes también se observa en otras obras del maestro dedicado a los pobres de Sevilla, los “pequeños mendigos”, a quienes escribió con un lirismo particular y, a veces, con buen humor. Fue esta forma de escritura realista que Murillo defendió en la Academia de Sevilla, que creó, el primer presidente del que se convirtió en 1660.
Otras obras famosas: “La Adoración de los Pastores”. 1675-1680. Ermita, San Petersburgo; “Descansa en el camino a Egipto”.
Entre 1665-1670. Ermita, San Petersburgo; “Madonna con el rosario”. Ok 1653.
Prado, Madrid; “Madonna con una servilleta”. 1665.
Museo de Bellas Artes, Sevilla; “Chica con fruta”. 1655-1660. Museo pushkin para ellos.
A. S. Pushkin, Moscú; “Un niño con un perro”. 1655-1660. Ermita, San Petersburgo; “Jugadores de dados”.
1670-1675. Antiguo Pinakothek, Munich.