Una de las obras icónicas de Jean-Michel Basquiat, escrita en 1988.La imagen no tiene un texto intrincado, característico para este período del trabajo del artista. Parece que Basquiat está tratando de calmarse, mirar dentro de sí mismo.
La pintura representa una figura humana de piel oscura, infeliz y solitaria. La figura lleva en el esqueleto “caballo”. Bien podría ser que esta sea una referencia visual al nombre del argot de la droga, “caballo”, una droga que Jean-Michel tomará de nuestro mundo en solo cuatro meses.
El artista eligió un campo sin rostro de color dorado como fondo de la pintura. Tal vez simbolice algo sagrado, una vida mejor por la que el artista quería esforzarse. O tal vez este fondo es un símbolo de glamour y dinero, en la profundidad de la cual se hundió el artista.