En el siglo XVII, junto con Rembrandt, Jacob van Reisdahl dominó la pintura de paisajes holandeses. De los alumnos de Ruysdael en Amsterdam, Meindert Gobbema ganó casi más gloria que el maestro. Meindert Gobbema es el último de los grandes pintores de paisajes holandeses del siglo XVII.
Fotos Gobbema son ejecución simple, natural y meticulosa. El artista se siente atraído por los árboles, el denso bosque, las vistas de los pueblos, el campanario de una iglesia, perdido en la bruma en el horizonte, iluminado por la luz solar. A menudo, el motivo principal en tales paisajes es el Antiguo Molino.
Muchas variaciones del maestro sobre este tema se guardan en diferentes museos del mundo, esta imagen es uno de ellos. Un molino en la mente de una persona, en cualquier caso, la cultura europea, se asocia con muchas ideas e ideas, siempre coloreando nuestra percepción emocional tanto en la realidad como en el arte. Se asocia tradicionalmente con la idea de privacidad, teñida de experiencias románticas.
El agua que fluye sin fin está asociada con la idea de la inmutabilidad del ser, una rueda giratoria – el mecanismo principal del molino – a través de una alusión a la “rueda de la fortuna” introduce en el círculo de imágenes la idea de las vicisitudes del destino.