La persona más querida y querida en el mundo es la madre. No importa la edad que tengas y donde sea que estés, tu madre siempre piensa y se preocupa por ti. La maternidad es un trabajo muy duro que brinda a cada mujer una alegría inefable.
Este es el sentimiento que podemos observar en la imagen de Arkady Plastov “Mama”.
Vemos a una mujer que quiere alimentar al bebé. Ella esta sentada en la cama Con una mano, tiró de la cuna con el bebé hacia ella, y con la otra sacó los pechos y se preparó para alimentarse. Cerca hay otro niño.
La niña ya es más adulta. Ayuda a mamá a sostener la cuna, y en la otra mano sostiene un oso de peluche. Probablemente, este es su juguete favorito, con el que siempre juega. Tanto la madre como la hija están vestidas con vestidos blancos. Son muy luminosos y limpios.
Quizás por esto el autor quiso destacar una vez más el triunfo de la maternidad.
Detrás de la mujer hay una montaña de brillantes almohadas rojas. Los campesinos tienen este testimonio de una vida buena, no pobre. Y el rojo es el color del amor. Así, el autor mostró la infinidad de amor maternal por los niños.
La cama también está decorada con bordados ranurados. Sobre ella hay una manta azul y una botella de leche. Una imagen cuelga en la pared y una rama de la ventana decorada con una ramita de serbal. Toda la habitación es muy luminosa. No hay tristeza ni tristeza.
Sólo ternura y amor.
Cuántos años han pasado desde la pintura del cuadro… Hoy en día, no hay camas con lados de hierro. Canción de cuna suspendida del techo. Incluso una almohada para que nadie se doble, excepto que las viejas abuelas en el pueblo. Pero la maternidad en sí no ha cambiado.
No importa a qué hora, la madre siempre sigue siendo madre. El más querido y querido. Esa persona que siempre encontrará tiempo para nosotros.