La narración del Santo Apóstol Pedro de la prisión – Rafael Santi

La narración del Santo Apóstol Pedro de la prisión   Rafael Santi

El fresco “La remoción del santo apóstol Pedro de la mazmorra” está dividido por columnas oscuras en 3 partes. Una técnica en la que se representan varios episodios de la trama en el espacio de una sola imagen se denomina una representación continua en la pintura. En el centro hay una escena en un calabozo. El Ángel brillante toca al Apóstol durmiente, encadenado a dos guardias que se han quedado dormidos en su puesto. Un maravilloso sueño los venció en una posición de pie, aunque el castigo para el centinela que se había quedado dormido era la muerte.

Nada puede despertarlos, ni el resplandor deslumbrante que emana del Ángel, ni el retumbar de las cadenas que caen sobre el suelo de piedra, ni los pasos de los prisioneros liberados.

El lado izquierdo del fresco muestra una escena en los escalones de la prisión: los guardias que vigilan las puertas de la prisión, soldados romanos endurecidos, corren en pánico por la luz sobrenatural. Y aunque el comandante está tratando de detenerlos, pide el orden y el cumplimiento del deber, amenaza con un castigo inevitable inevitable, el horror los aleja de este lugar terrible, la disciplina militar de hierro, el deber del imperio se olvida…

A la derecha, en la dirección opuesta a la de los soldados romanos, Ángel saca con cuidado a San Pedro de la prisión, y pasa a los guardias que duermen en los escalones. El apóstol Pedro se pregunta cómo en un sueño sigue a la Guía celestial, y no puede comprender si esto es un sueño, un sueño, una visión. Siguiendo las tradiciones del Renacimiento temprano, como en las pinturas de Botticelli, Rafael retrata al Ángel como un joven hermoso y joven, con túnicas sueltas, con el pelo largo y rubio ondulado.

De toda la figura el Mensajero respira fuerza y ​​poder. La figura muscular del ángel, armónicamente desarrollada en un halo ardiente, se destaca entre otros personajes del fresco: soldados, prisioneros. El brillo se ve reforzado por el contraste con las barras de rejilla ásperas negras.

En el fresco “La expulsión del apóstol Pedro de la mazmorra”, el triunfo de la luz sobre la oscuridad podría percibirse como la esperanza de liberación de los “bárbaros”.

En el cielo, representado en la esquina izquierda de la imagen, Rafael dibuja nubes que cubren parcialmente la luna. Fue una de las primeras imágenes realistas del paisaje nocturno en la pintura italiana.

A la izquierda hay un oficial con una antorcha, golpeando al soldado dormido, que fue asignado para proteger la mazmorra. Los reflejos de fuego sobre las partes metálicas del arma se transfieren perfectamente.

La historia de la liberación del apóstol Pedro de la cárcel también fue muy adecuada para el papa Julia, ya que el papa sentía un especial afecto por San Pietro in Vincoli, la iglesia romana, que mantenía las mismas cadenas en las que estaba encadenado el apóstol Pedro. la mazmorra En la misma iglesia, 30 años después de la muerte del papa Julio II, se erigió su Tumba, creada por Miguel Ángel.

La historia de la liberación milagrosa del apóstol Pedro de la mazmorra por parte de un ángel se explica en detalle en los “Hechos de los apóstoles”.

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