Pintura del pintor Giovanni Bellini “Madonna y niño con bendición”.El tamaño del cuadro es de 85 x 118 cm, madera, óleo. La “Madonna” artista veneciana es un tema especial en las obras del maestro. Estas pinturas fueron creadas por Bellini no para el interior de la iglesia, sino para el espacio de cámara de la casa o capilla privada.
Al artista le encanta colocar la figura de la Santísima Virgen en el fondo de un paisaje abierto, a veces separándola con un pedazo de tela de color, en los lados desde donde el espectador ve las distancias que se alejan. La calma, la espiritualidad clara son características de todas las mejores obras de la época madura de Bellini. Tales son las numerosas madonas del artista: por ejemplo, “Madonna con árboles” o “Madonna y niño con bendición”, golpeando el aire de la pintura.
En el paisaje, no solo se transmite con sinceridad la naturaleza de la tierra de las fincas: amplias llanuras, colinas suaves, montañas azules distantes, sino que la poesía de las obras y los días de la vida en el campo se revela en términos de una elegía amable: un pastor que descansa con sus rebaños, un campesino que se detiene en un pozo.
En este paisaje fresco de primavera, tan en consonancia con la ternura tranquila de María, que sostiene al bebé en silencio, con reverencia y solemnidad, esa unidad particular, la consonancia interior de la vida de la naturaleza y la vida espiritual del hombre, tan característica de la pintura veneciana del Alto Renacimiento, ya se ha logrado. Es imposible no notar de paso que el interés de Bellini en la experiencia pictórica de los artistas del Renacimiento del norte es notable en la interpretación de la imagen de la propia Madonna, que tiene un carácter un tanto genérico.