Pintura de Rafael Santi “Madonna en greens” o “María con niño y Juan el Bautista”.El tamaño de la imagen es de 113 x 88 cm, madera, óleo. Las fotos de los clientes – Taddeo Taddei. En Florencia, Rafael creó un ciclo de “Madonn”, que indica el inicio de una nueva etapa en su trabajo.
Pertenecientes a la más famosa de ellas, la Madonna in Greens, la Madonna con un jilguero y la Madonna la jardinera representan una especie de variantes de un motivo común: la imagen de una joven y bella madre con un bebé Cristo y el pequeño Juan Bautista en un paisaje.
Estas también son variaciones de un tema: el tema del amor materno, brillante y sereno. En las tres pinturas, las figuras se agrupan en una composición piramidal ascendente a Leonardo; Los contornos suaves y los volúmenes de plástico forman la base de su lenguaje pictórico. El lirismo suave de estas imágenes se intensifica por el motivo ya probado por Rafael, un fondo de paisaje desplegado.
La mejor de estas obras es la pintura vienesa “Madonna en verdes”, que se distingue por la belleza del tipo ideal de María, la suavidad de los contornos parabólicos de su figura.
En cuanto a la “Madonna con un jilguero” y al “Jardinero” del Louvre, aparecen ese tono de ingenuo sentimentalismo y belleza externa, que en los siglos siguientes atrajo a muchos admiradores del sentido académico a Rafael, pero que de ninguna manera es el punto fuerte del artista, en sus mejores obras. libre de este defecto. También debe decirse que al dominar el lenguaje de los pintores florentinos, Rafael a veces asimilaba no solo sus méritos, sino también sus partidos limitados, y en particular la ausencia de una visión colorística genuina característica de muchos de ellos.
Por supuesto, no hay necesidad de exigirle a Rafael una selección de color preferencial como elemento principal del lenguaje visual, esto estaría en contradicción irreconciliable con su sistema gráfico. Pero hay que tener en cuenta que Rafael poseía naturalmente un don colorista, y si en la pintura vienesa “Madonna in Greens” dio un ejemplo de un uso moderado pero sutil del color en el sistema imaginativo florentino, en las pinturas “Madonna con Segle” y “Madonna la jardinera” parece indiferente al color, afectando negativamente el mérito artístico de ambas pinturas.