Las Crónicas de Nuremberg es una edición ricamente ilustrada de la historia mundial, basada en el conocimiento científico y las representaciones del siglo XV. Esta obra enciclopédica recibió su nombre del nombre de la ciudad donde fue creada.
En el siglo XV. Nuremberg era una ciudad próspera, famosa no sólo por sus artesanos, mecánicos, constructores, sino también por científicos, humanistas, artistas, poetas.
La gente educada de Nuremberg comparó Nuremberg con Roma en esta ocasión, y la fortaleza de Kaiserburg con el Capitolio. El humanista Ulrich von Gutten llama a Nuremberg “la primera de todas las ciudades de Alemania, que estaba llena de los mejores talentos y que desde hace muchos años abundaba en ellos”.
Nuremberg es muy hermosa. El erudito italiano Eneo Silvio Piccolomini, el futuro Papa, exclamó en sus notas de viaje: “¡Nuremberg! ¡Qué espectáculo! ¡Qué brillantez! ¡Qué encanto! ¡Qué nobleza! ¿Qué regla? ¿Qué falta aquí para ser llamado el ideal de la ciudad? … Todos quien viaja desde la Baja Franconia y verá esta maravillosa ciudad a la distancia, se presentará con un brillo verdaderamente majestuoso, que en la entrada a través de su puerta se confirmará por la belleza de sus calles y la limpieza de las casas… “
Desde 1500, entre los humanistas de Nuremberg, Wilibald Pirkheimer, el amigo más cercano de Albrecht Dürer, ha jugado un papel cada vez más importante. Sobre su casa, en la que se habla de academia a todos los científicos visitantes.
Pirkheimer tenía obras de eruditos antiguos, libros teológicos, escritos de humanistas, publicaciones de famosas imprentas alemanas, italianas, holandesas. La biblioteca comenzó a recoger a sus antepasados. Comenzaron con manuscritos, que fueron ordenados por escribas y copiados a mano.
Wilibald Pirkheimer estaba trabajando en este momento en la traducción de los “Diálogos” de Lucian.
En Nuremberg, vivió Konrad Zeltis, el primer poeta alemán en la historia de Alemania, el laureado, coronado con una corona de laurel, como el gran Petrarca había coronado una vez en Italia. Un científico, un poeta que mantuvo una relación constante con los humanistas de Italia, soñó que en Alemania también habría comunidades humanistas como las Academias italianas.
Y en Nuremberg, el preciado sueño del famoso poeta se hizo realidad… Aquí, inspirado por su participación, se formó un círculo de personas iluminadas: “La Cofradía de Nuremberg”.
En el siglo XV. Nuremberg vivió Hartmann Schedel – médico e historiador de la ciudad, un hombre educado, viajó mucho. Coleccionó libros, escritos a mano e impresos.
Hartmann Schedel trabajó en las Crónicas de Nuremberg. Según su plan, se recopilarán imágenes y descripciones de muchas ciudades alemanas y extranjeras, así como de personas famosas. Schedel creía que en su “crónica” sería posible ver no solo a los emperadores, reyes, obispos, líderes militares, eruditos, sino incluso a los rebeldes castigados por la rebelión.
Este libro está concebido como una enciclopedia ilustrada.