El verano de 1872 Arkhip Kuindzhi pasó en la isla de Valaam. Profundamente impresionado por la hermosa naturaleza de la isla y el lago, un año después pinta un cuadro de “Lago Ladoga”. El paisaje ilustra bien los cambios en la vida del artista: por un lado, el realismo de la imagen muestra el deseo del autor de transmitir los colores de la naturaleza con la mayor precisión posible, y por otro lado, la influencia del romanticismo nos es transmitida por los sentimientos que se apoderaron del artista en ese momento.
Graciosos y sutiles tonos de luz cautivan al espectador, lo hacen sentir un estado de ánimo especial de la imagen. Majestuosamente se extendía un enorme lago con agua cristalina, a través del cual se puede ver un fondo rocoso.
Con esta foto, Kuindzhi comenzó una serie de lienzos dedicados a la naturaleza del norte de Rusia. El artista crea profesionalmente una sensación de espacio ilimitado a expensas de una escala única que une el cielo y el agua. Hilo apenas visible línea del horizonte visible.
El Arkhip Kuindzhi en su foto “Lago Ladoga” representó el comienzo de una tormenta eléctrica. El color gris frío-azul profundo subraya la atmósfera del mal tiempo que se aproxima.