El paisaje mundialmente famoso “The Big Wave in Kanagawa”, pintura del maestro japonés Katsushika Hokusai y sus alumnos.
Las impresiones de las impresiones se guardan en museos de todo el mundo. Uno de los principales criterios para evaluar la “importancia” de una copia es la antigüedad de la impresión, ya que, según estimaciones aproximadas, se crearon de 5 a 8 mil copias en onda. A pesar del alto número de copias y el bajo costo en el siglo XIX, ahora una réplica genuina de alta calidad costará varias decenas de miles de dólares.
Carrera Hokusai duró cerca de siete décadas. Además de la fama que el maestro ha logrado gracias a sus dinámicos grabados e ilustraciones de libros, también fue un artista experimentado. Conocido por su ingenio y habilidad para crear un diseño de ángulo e imagen general, Hokusai demuestra la alta montaña de Fuji en Japón en la “gran ola” como una pequeña colina en el fondo.
En el primer plano hay una ola alta, que simboliza el poder de la naturaleza.
El uso magistral de varios tonos de azul es el sello distintivo de muchas de las treinta y seis obras de arte de Fuji, a las que también pertenece esta imagen. El “azul de Prusia” se usó para agregar más drama a la composición. Por su naturaleza, la “gran ola” no es un grabado al estilo tradicional japonés, ya que Hokusai tuvo la oportunidad de estudiar obras de arte europeas.
La elección del color también está inspirada en la popularidad del azul en el continente.
Si comparamos las dimensiones de la ola mortal y los barcos en el centro de la composición, podemos suponer que su altura es aproximadamente igual a diez metros.
Treinta años después de la creación, el grabado japonés se hizo popular en toda Europa, incluso atrayendo a artistas como Vincent Van Gogh, Whistler y Claude Monet. Además, las impresiones tuvieron un impacto en otras áreas del arte. El compositor francés Claude Debussy se inspiró en la obra de Hokusai mientras creaba la composición Sea.
Y la ola en sí fue representada en la portada del equipo de música.
Además, el poeta checo-austriaco Rainer Maria Rilke, bajo la impresión de la imagen, escribió el poema “La montaña”. Hoy en día los emoticones se crean sobre la base de un grabado.