El fresco de Miguel Ángel Buonarroti que representa al profeta Isaías. La pintura del techo de la Capilla Sixtina de la Catedral de San Pedro. Isaías, el profeta hebreo, el celoso abogado de la religión de Yahvé y el acusador de idolatría.
Su nombre es el libro bíblico del profeta Isaías.
Uno de los cuatro grandes profetas del Antiguo Testamento. Para los cristianos, la profecía de Isaías sobre el nacimiento del Mesías es de particular importancia: “Para que el Señor mismo le dé una señal: He aquí, la Virgen en su vientre recibirá y dará a luz al Hijo, y llamará Su nombre Emanuel. El profeta Isaías nació en Jerusalén alrededor del 765 aC. uh en una noble familia judía.
Además de las profecías sobre el Mesías, el profeta Isaías es notable por sus ideas de justicia social e igualdad universal, lo que da lugar a considerar a Isaías el precursor de los pensadores socialistas de los próximos siglos. La actividad profética de Isaías comenzó a la edad de 20 años con una visión del Dios de los ejércitos en el trono y los ángeles que lo rodeaban; y cayeron al reino de los reyes Azarías, Jotam, Acaz y Ezequías.
Según el canon, el profeta Isaías es el autor del libro del Antiguo Testamento de Isaías. La tradición bíblica dice que el pueblo judío “se apartó del Dios de Israel”, la idolatría se extendió por toda Judea. Los judíos tuvieron que resistir las constantes incursiones y ataques de Israel y Siria.
Para proteger a Judea de los sirios invasores, los reyes judíos formaron una alianza con el rey asirio, imponiendo a la gente la carga judía de un gran tributo.
Según la tradición, el rey asirio Senaquerib atacó a Judea durante el reinado de Ezequías. Pero en la oración de Ezequías, el ejército del enemigo fue destruido. Sin embargo, el propio Ezequías estaba gravemente enfermo y fue curado por la oración del profeta Isaías.
La vida de Isaías terminó como mártir durante el reinado del rey de Judá, Manasés, conocido por sus iniquidades y persecuciones de los profetas.