La trama de la foto Delacroix tomó prestado del poema de Byron. El joven Don-Juan, quien después de la primera aventura con una mujer decidió enviar lejos de casa, de las tentaciones de Sevilla, se sube a un barco con destino a Livorno. Con él su mentor Pedrillo, tres criados y un perro.
En el mar, una tormenta cayó, el barco naufragó y se hundió. Los que tienen tiempo, se guardan en el bot y el esquife. Yalik también se ahogó, un bot se quedó y treinta personas a bordo, incluido Don Juan y sus compañeros.
Squall se calmó, pero el mar está preocupado, el bot se inundó. Comieron la última galleta, bebieron la última agua y ron, comieron al perro, masticaron los zapatos y la piel de las llaves. Decidir en la desesperación: dibujar mucho para ser matado y comido. El lote fue a pedrillo.
El médico de la nave le abrió la arteria y sació su sed con sangre fría. El cadáver comenzó a partirse en pedazos. Don-Juan y dos o tres personas no participaron en la fiesta.
Los salvó. Aquellos que habían comido carne humana bebieron agua salada del mar y murieron en un terrible retorcimiento. La imagen muestra el momento de la elección de los lotes.
En un bote, la gente está agotada, agotada por el hambre y la sed. En medio de la gente asustada, pero ya no puede resistir el empate del destino, el desafortunado Pedrillo. Y sus manos ya lo alcanzan, ansiosas por agarrar, agarrar la codiciada pieza de carne. Pero hay quienes ya se preocupan, miran con indiferencia a la orgía humana. Y alrededor del mar, lanzando el bot en diferentes direcciones, las ondas de crianza de eso y buscando caer en el bote y llevarlo al fondo del mar…
Los colores de acuerdo con la trama son sombríos, sin alegría, enfatizando la tragedia de la famosa trama de Byron.