Los rumores y los chismes a menudo significan algún tipo de maldad. Florecen, por regla general, por enojo y envidia de alguien. Los buenos rumores y los chismes no pasan. Sin embargo, si puede leer entre líneas, puede aprender algo de la verdad acerca de una persona que está “bañada con huesos”. “Chismes amistosos” es una tontería. Y, sin embargo, la pintura del artista italiano E. de Blaas tiene este mismo nombre.
Tres jóvenes de una clase no muy noble se establecieron cómodamente en una de las habitaciones de una casa señorial. Están ocupados cortando y cosiendo, al parecer, a pedido. Dos se acomodaron en el sofá, una cerca, en una silla.
El trabajo no interfiere con ellos para llevar una conversación animada y divertida. Y, como su nombre lo indica, sobre otra persona. Las poses de las jóvenes chismosas son muy expresivas: una susurra algo en la oreja de la otra, mientras que la tercera se convierte en vista y oído, ligeramente inclinada hacia delante con el cuerpo.
Ella también, como pasión, es interesante, ¡y qué hay de dicho dicho!
El hecho de que detrás de las puertas entreabiertas, lo más probable es que el “culpable” de la conversación, el joven de apariencia italiana típica, que no está muy bien vestido, que lleva un sombrero y un instrumento musical como una guitarra en una mano, agregue un aspecto picante a la situación. Mientras que él evalúa la situación y no forzando los acontecimientos. Solo se puede adivinar qué sucederá cuando encuentre su presencia.
Y cualquier cosa puede pasar. Sin embargo, esta es la trama de otra imagen, no escrita…