La obra “The Road to Bass Bro, Fontainebleau”, también conocida como “The Road to Chailly” fue escrita por Claude Monet en 1865. El lienzo destaca de la masa general de la técnica de escritura. Cada pincelada es nítida y expresiva, independientemente del hecho de que el grosor de las pinceladas es diferente en todas partes.
La imagen muestra el camino que se adentra en las profundidades del bosque. Desde dos lados árboles rodean la carretera. El bosque está lleno de vida y sol. Algunos árboles y arbustos ya están pintados en colores otoñales, las hojas doradas caídas se pueden ver en todas partes.
El bosque se extiende lejos, a lo largo del camino, y todo está iluminado por el cálido sol de otoño. A pesar de la iluminación cálida y brillante, el bosque se ve sombrío y triste. Esta combinación de sol alegre con calma y una ligera depresión del bosque hace que el espectador se entristezca por los momentos que pasan, trae recuerdos.
En este paisaje, Claude Monet usaba principalmente tonos claros y descoloridos, los árboles están hechos en colores marrón verdosos, algunos de los cuales se ven a través del amarillo. Pero en el lado derecho de la imagen aún puedes ver el área verde de la pradera del verano pasado. El paisaje está brillantemente iluminado por el sol, cuyos rayos caen desde arriba, gracias a ellos el bosque se ve muy vivo y realista.
Sin embargo, el cielo se ve un poco sombrío y gris, trayendo notas de tristeza a la imagen.
Muchos objetos de la imagen, como el cielo gris, las hojas caídas de los árboles, los árboles sombríos en la distancia, todo esto recuerda al espectador que se acerca un invierno frío y severo, y también lleva el símbolo del dinamismo de la vida, mostrando que nada es para siempre, todo esta cambiando El artista no seleccionó accidentalmente tales colores para el lienzo, jugó intencionalmente en el contraste de los objetos, lo que conlleva optimismo, dice. El sol en el paisaje se recuerda a sí mismo con sus rayos, dando a entender que es necesario usar buen clima en los últimos días cálidos. Todas estas características ayudan al espectador a percibir la imagen no solo como un paisaje sombrío, sino que le ayuda a ver en ella un significado más profundo, a pensar en oportunidades perdidas.