En su pintura “Casa ucraniana”, Kiselev A. A. representa el paisaje originalmente rural. En el centro de la imagen hay una verdadera choza ucraniana, con techo de paja y paredes encaladas. En el lateral hay incluso una pequeña ventana. De los vecinos, la choza está protegida por una cerca de madera tejida de gruesas ramas de árboles.
En la cerca y cerca de ella hay pequeños pedazos de heno.
En la entrada de la choza hay una aldeana, vestida con una camisa blanca y un delantal rojo. Justo enfrente de ella hay un camino de tierra que conduce a un pequeño estanque. Para mayor comodidad, hay un pequeño puente casero en un estanque, hecho de placas de madera.
Cada mañana una mujer acaricia la ropa interior aquí.
Es cierto que el puente ya está viejo, por lo que dostochki gradualmente comenzó a divergir. Se ve que el agua en el estanque está muy limpia. Incluso refleja los pastos que están cerca, un aldeano y una choza.
Las cañas crecen en el estanque y flotan flores blancas de lirios, extendiendo sus hojas por toda la superficie del agua.
Hay muchas gallinas corriendo alrededor del estanque a las que no les importa recoger hierba verde. La imagen muestra el horario de verano, como lo demuestra el sol brillante y la exuberante vegetación alrededor. Desde arriba, la choza está cubierta con sus patas ramificadas por un árbol alto y masivo, cuya parte superior se extiende hacia arriba.
Detrás de la cerca hay también el mismo árbol alto, pero muy seco. Todo este paisaje rural se complementa armoniosamente con cielos azules con una pequeña nube blanca, como si apareciera accidentalmente en el cielo.