En la segunda mitad de los setenta y principios de los ochenta, Gustave Caibott realiza una serie de lienzos que representan paisajes urbanos, entre los que se repiten los panoramas de las calles parisinas, vistas desde el balcón. Estas composiciones están dominadas por dos motivos especialmente amados por el artista: un hombre que observa la vida de una ciudad y París, que se muestra desde cierta altura. Los héroes de Kaibotta son ciudadanos, bien vestidos, con un sombrero de copa o un bombín, como si estuvieran listos para salir de casa.
En la imagen “Balcón”, dos de estos hombres miran hacia la calle, esta vez es un gran bulevar parisino, el “río de la vida”, como lo llamó su chico de Maupassant. Sin embargo, el alto ángulo de visión y los árboles cuyas coronas alcanzan el balcón no nos permiten ver lo que está sucediendo a continuación. La vida de la ciudad se desvanece en el fondo, hudolshik busca retratar la soledad de un parisino.
Sin embargo, en sus lienzos a menudo hay una colisión de espacios privados y sociales, mutuamente penetrantes u opuestos entre sí. El balcón es un enlace de conexión entre ellos, una extensión del apartamento, es decir, un territorio privado, y al mismo tiempo pertenece al componente colectivo de la calle.
Kaibott usa su solución espacial favorita en Balcón, basada en una línea diagonal de descenso, definida por la barandilla del balcón. La mirada se desliza a lo largo de la casa y se adentra en el bulevar. En el lado opuesto de la calle, la esquina de la casa crea un espacio abierto en el lado izquierdo del lienzo.
En esta composición, la manera en que se transmite la luz es de suma importancia: el sol brillante en la fachada opuesta y el resplandor brillante en el follaje de los árboles contrastan con el balcón oscurecido. El artista crea una sensación de profundidad mediante la aplicación hábil de medios artísticos. Representa las hojas con pequeños toques frecuentes del pincel, que es una técnica impresionista típica.
El artista también introduce una diferenciación entre el primer plano, donde las hojas se transmiten mediante trazos expresivos, y el fondo, en el que son más difusas. Monet interpretó muy similarmente un motivo similar. Pero el autor de “Lilies”, la figura de un hombre desempeña un papel puramente decorativo, mientras que en Kaibott, el principal.
El tema real de esta imagen son dos hombres.