Las pinturas escritas por Tintoretto para Scuola di San Rocco se suman a la mejor composición religiosa en la historia de la pintura. Este gran ciclo “Crucifixión”, creado en 1565, comienza, y sus cálidos y sinceros lienzos, dedicados a la vida de la Virgen María y la infancia de Cristo, la completan.
La obra presentada es considerada una de las perlas en la pintura de Scuola di San Rocco. Ella es un excelente ejemplo del dominio del Tintoretto maduro. Cabe señalar que el artista nunca prestó demasiada atención al paisaje, pero en este caso una de las mejores obras de pintura de paisaje del Renacimiento surgió de debajo de su pincel.
La trama de la imagen es la siguiente. El rey Herodes conspiró para matar al niño Cristo, para evitar que creciera como lo predijeron los profetas, el rey de Judea. Pero advertido por un ángel, José, María y Cristo se salvaron al ir a Egipto y esconderse allí por un tiempo.