La guerra volvió completamente la mente del ateo Dalí. El artista se convirtió en un creyente, que no dejó de reflexionar sobre su obra. Así, en las obras, el misticismo y los motivos cristianos comenzaron a unirse de una manera extraña.
El pintor ha creado dos versiones de la pintura “Madonna de Port-Ligata”.
Un cierto tipo de estas composiciones, Dalí, hizo el lienzo de la pintora Francesca “Madonna con los santos y el duque de Urbinsky” de la era de Piero. El autor le da a la Virgen María las características de su esposa Gala. Se desconoce cómo reaccionó el Papa Pío XII ante esto, pero aceptó la primera versión de la obra.