La objeción poco común de las obras de Savrasov, que se exhibieron en 1854 en la exposición en la Academia Internacional de Artes de Moscú, atrajo la atención de los amantes del arte de “agosto”.La gran duquesa Maria Nikolaevna compró su pintura “Estepa con Chumak en la noche” y sugirió ir “para escribir especies de la naturaleza” en su residencia rural Sergievka, ubicada entre Peterhof y Oranienbaum.
Las pinturas “Costa del mar en las cercanías de Oranienbaum” y “Vista en las cercanías de Oranienbaum”, ejecutadas allí, tuvieron tanto éxito que en el otoño del mismo año, el Consejo de la Academia asignó el título de académico a un artista de 24 años. En estos trabajos, se desarrollaron los descubrimientos hechos por Savrasov en la película “Stone at the Spill”.
Por lo tanto, combinando en la Vista de la imagen en los alrededores de Oranienbaum, imágenes del mar y el cálido y cálido espacio de sol, le permite sentir el infinito del espacio y, al mismo tiempo, el encanto y la diversidad de la vida cerca de nosotros: el follaje de los árboles, las formas y los complejos colores de las piedras cubiertas de musgo, los helechos se capturan en detalle. , tazas, setas vistas entre la hierba. Por cierto, esta pintura fue comprada por Pavel Tretyakov dos años más tarde y se convirtió así en una de las primeras exposiciones de su ilustre colección.
Naturaleza finlandesa severa, modesta y misteriosa. Al espectador se le presenta un día nublado habitual, un antiguo roble, dos enormes rocas y un tocón pintoresco. En la distancia, una figura femenina apenas se adivina, y aún más, un yate blanco como la nieve cruza el mar.
El espectador crea una sensación extraña, como si todo el paisaje fuera observado por rocas grises debajo de un roble. La fantasía convierte las piedras sin vida en enormes animales fantásticos, cubiertos con las ramas de un árbol antiguo.
Las nubes completan el fabuloso ambiente, cubriendo casi por completo el cielo azul. Piense involuntariamente en lo que sucede cuando una mujer llega a las rocas. Numerosas historias mitológicas sobre abducciones vienen a la mente.
El esquema de color de la imagen está restringido y silenciado. Cantos rodados grises, follaje verde claro, sendero amarillo. La luz, que todavía es abundante, inunda el claro, tratando de iluminar las rocas.
Costa de arcilla marrón, islas de hierba, dos flores rojas… Y tal vez los ojos del diablo, mirando astutamente al espectador. En este trabajo, todos pueden ver algo propio, especial, invisible para los demás.