1872. Óleo sobre lienzo. 123 x 92.4. Galería Tretyakov, Moscú, Rusia.
1870 Vereshchagin viajó nuevamente a Turkestán. Como resultado de estos completos peligros y aventuras de viaje, el artista creó una gran serie de bocetos y dibujos que representan la vida y la vida de los pueblos de Asia Central en la víspera y durante la conquista rusa. Hay que tener en cuenta que en ese momento prevalecían las relaciones feudales atrasadas en Turkestan, había costumbres y rituales salvajes.
Junto con las manifestaciones del poder despótico de los príncipes feudales locales había esclavitud y el comercio de esclavos. El fanatismo religioso del clero musulmán floreció en medio de la terrible pobreza y la ignorancia de la población.
Las guerras continuas de un feudal contra otro devastaron pueblos y arruinaron a la gente. Todo esto, así como los acontecimientos de la guerra, causaron una fuerte impresión en el sensible artista. Decidió escribir sobre el tema de la vida de los pueblos de Turkestán una gran serie de pinturas, en las que había trabajado durante varios años.
Alrededor de la mitad de las pinturas de esta serie se dedicaron a describir la vida de los pueblos de Asia Central, los otros lienzos pertenecían al género de batalla.
Al primer grupo de pinturas pertenecen lienzos tan famosos como Opiumoids, The Rich Kyrgyz Hunter con un Falcon, Timur’s Doors, Venta de una esclava, mujer uzbeka en Tashkent, Samarkand Zindan y otros.
En el cuadro “Selling a Slave Child”, el artista expone airadamente otro lado oscuro de la realidad de Asia Central en la época: el comercio de esclavos. Vereshchagin refuerza el sonido trágico del tema después de haber sido representado como un “producto vivo”, no un adulto, sino un niño indefenso e indefenso.