René Magritte, aunque relacionado con el surrealismo, su trabajo es único y difiere de las extrañas imágenes y paisajes de Salvador Dali y Max Ernst. Magritte no extrae tramas y personajes fantásticos de las profundidades del subconsciente, escribe objetos ordinarios en una combinación absolutamente absurda.
La aparente simplicidad de las cosas triviales se vuelve engañosa en las pinturas del artista. La pintura “Valores personales” es una representación de objetos cotidianos típicos que pueden ser diferentes valores de las personas. Y pueden ser diferentes para las personas: para alguien es entretenimiento o alcohol, para otros es belleza.
Al representar estos valores personales, el artista refleja grotescamente su esencia.
Magritte en esta imagen revela el carácter problemático de la percepción visual y la imagen ilusoria, utilizando los símbolos de un espejo, cielo y reflexión. El fondo del cielo es la “carta” del artista. Aunque los artículos se presentan en una escala ampliada, el cielo parece ser un símbolo infinito del sueño de cada persona. El cielo a menudo se usa mucho como imagen en las pinturas de diferentes artistas, pero el cielo de Magritte es imposible de confundir.
Transforma la imagen del cielo, subordinándola a sus ideas.
En sus pinturas, el cielo se refleja en espejos o enormes ojos, llena las siluetas de las imágenes de las aves, y la línea del horizonte desde el paisaje se convierte suavemente en un caballete. En la pintura “Valores personales”, el cielo reemplaza las paredes grises de la habitación. A juzgar por el nombre de la imagen, el significado es importante para el propio artista.
Muestra la importancia de cada uno de ellos, utilizando la técnica del antiguo arte egipcio: cuanto más se representa el objeto, más importante es.
Así, en el primer plano, un gran vaso, simbolizando alcohol, aparece ante el espectador. Junto al jabón, habla de limpieza y un lápiz usado por el artista para dibujar sus ideas. El tamaño exagerado del peine y la brocha de afeitar indican que el artista siguió su apariencia, pero no era un mod porque el vestuario del cuadro era pequeño.
La cama tampoco es el tema principal, porque el artista trabajó mucho en sus creaciones.
Amor por el confort resaltado por alfombras en el suelo. Y el eslabón de conexión de toda la composición es el cielo, que envuelve todo lo que lo rodea y lo alivia. En esta imagen simboliza la aspiración de libertad del pintor, tanto en lo creativo como en su alma.
Entonces, usando cosas simples, Magritte transmitió en la imagen valores importantes en su vida, a través de los cuales se revela el carácter del propio artista.