Durante mucho tiempo se creyó que la imagen salía de la pluma de Van den Eckhout. La autoría de Willem de Porter fue pronto identificada, lo que fue confirmado por una serie de analogías. Un buen ejemplo es la imagen “Vanidad de vanidades”, donde la muerte en la imagen de un esqueleto es para una mujer, que le muestra un espejo.
Además de “Vanitas”, anteriormente ubicadas en Londres, que representan un espejo y una calavera, que muestran a la mujer un anciano.
El contenido alegórico del cuadro no cede a la alteridad de la interpretación. Todos los atributos típicos de este subgénero barroco están presentes: las joyas recolectadas, apiladas descuidadamente en una pila, utensilios caros, caracterizan el tema del esfuerzo humano por la acumulación de riquezas terrenales; la figura del usurero personifica el pecado de la mezquindad, la codicia; el fenómeno de la Muerte hace que uno recuerde la vanidad de todos los esfuerzos por adquirir riqueza en la tierra, subordina toda la imagen al motivo de la vanidad y debe convertir al espectador a pensar en los verdaderos valores de la vida espiritual. A diferencia de Still Life with a Skull, un pintor desconocido, esta imagen no es una revelación, todos los elementos representados son muy típicos del estilo.
El artista ha recurrido en repetidas ocasiones a este tipo de temas alegóricos: además de las composiciones mencionadas anteriormente, tales como la Anciana que pesa oro, Alegoría en la Galería Nacional, Naturaleza muerta en el Museo del Duque Antón Ulrich, Desprecio por la riqueza en el Museo de Bellas Artes, pinturas en el Museo de Arte y otros.
“Usurer and death” se refiere al período tardío del artista, así como a la mayoría de las obras anteriores. La parte pintada en el siglo XIX, el cuadro tuvo un destino difícil. Para estar en el Museo Estatal de Bellas Artes en 1927, la pintura se compró en Ostafyevo, La Haya y varias catedrales, lo que es bastante irónico para una pintura del género Vanitas.