Esta acuarela dinámica fue escrita por Kandinsky a mediados de la década de 1920, cuando su arte, tanto teórica como prácticamente, estaba experimentando un poderoso ascenso.
Al regresar a Alemania desde Moscú en junio de 1922, el artista se unió rápidamente al mundo del arte alemán. Comenzó a enseñar en la escuela Bauhaus en Weimar, participó en varias exposiciones y retomó la teoría, que unos años después formó la base del libro “Punto y línea en el avión”. Durante estos años, bajo la influencia del constructivismo que gana fuerza, el estilo pictórico de Kandinsky cambia de líneas y formas libres y fluidas en la dirección de la geometría.
Sobre lienzo, más círculos, triángulos y líneas rectas.
Sin embargo, el artista evita la utilidad constructivista, que se expresa claramente, por ejemplo, en las obras de artistas soviéticos de la época. Para Kandinsky, en primer lugar, siempre existían los aspectos poéticos y espirituales de la creatividad. Imagen del 5 de noviembre de 2015 vendida en Sotheby’s por 5,74 millones de dólares.