Una de las últimas obras del artista es la solapa lateral del tríptico que representa a los santos Jerónimo y Juan el Bautista. Fue escrito poco antes de la muerte de Masaccio en Roma en 1428. El estilo decorativo, tan extendido en la pintura de principios del siglo XV, es ajeno a las obras de Masaccio.
En ellos, como en las obras de su predecesor, Giotto, todo está subordinado a la construcción de la perspectiva del espacio y al uso de la luz y la sombra.
Después de la muerte temprana del pintor, el resto de la obra, encargado por el Papa Martín V para la iglesia de Santa Maria Maggiore en Roma, fue completado por Masolino. Esta tabla representa figuras estrictas y monumentales de santos vestidos de rojo. Jerome sostiene el libro abierto y el simulacro de la basílica, el león yace sobre sus piernas.
Juan el Bautista está representado en su forma habitual: está descalzo y tiene una cruz en sus manos. Ambas figuras sorprenden con la precisión anatómica de la imagen y la sensación de volumen casi escultural. Se puede decir sin exagerar que las obras de Masaccio son verdaderas joyas en la colección de la Galería Nacional de Londres.