En la década de 1610, a juzgar por la antigua inscripción en el reverso del tablero, estaba en la colección de Orleans. Expuesto en 1968 en la exposición “Pintura veneciana de los siglos XV-XVIII” en Varsovia, Praga, Dresde y Budapest. Santa Catalina se encuentra en una postura tranquila y pensativa, en su mano izquierda sostiene una rama de palma que apunta a su martirio, en su mano derecha, un libro que simboliza la victoria de las ideas cristianas sobre las enseñanzas paganas.
En el primer plano está la rueda, el instrumento de su muerte. El fondo de esta pequeña imagen indica que esta imagen cuidadosamente pintada fue pensada y sentida en profundidad. En él, la influencia de Chima da Conegliano es notable, especialmente en la representación de las estaciones de las ilustraciones que hizo a los códigos.
La coloración monocromática de la pintura indica que la pintura veneciana se enriqueció con la técnica de la pintura tonal. En el lado izquierdo del paisaje, al fondo, se pueden ver casas de pueblo con jardines, un pozo, ropa blanca que se seca sobre una cuerda. A la derecha hay dos guerreros.
El autor de la pintura, Marco Bazaiti, probablemente era de ascendencia griega, estudió con Alviz Vivarini, en cuya obra hay aspiraciones que se oponen en cierta medida al estilo de Bellini.
La imagen de la figura de Santa Catalina en esta imagen se distingue por una gran plasticidad, y la influencia de Antonello da Messina, transmitida a través de Vivarini, también se siente en ella. Esta pintura es una de las primeras obras de Bazaiti. Más tarde, el maestro cae bajo la plena influencia de Bellini.