Según la leyenda bíblica, Salomé es una princesa judía, hija de Herodías e hijastra del rey Herodes. El rey Herodes encarceló al profeta Juan el Bautista en prisión porque denunció a Herodes, quien había tomado a su hermano Herodías de su hermano y, por lo tanto, violó las costumbres judías. Pero la ejecución del profeta Herodes no se atrevió, porque era muy popular entre la gente.
Una vez en la fiesta con motivo del cumpleaños de Herodes, la hijastra Salomé agradó tanto a su padrastro con su baile que él prometió cumplir cualquiera de sus pedidos, hasta un regalo en la forma del reino. Salomé consultó a su madre, y Herodías, quien odiaba ferozmente a Juan Bautista porque la condenaba duramente por estar enamorada, le dijo que le pidiera a Herodes el jefe del profeta.
En obediencia a la orden, Salomé le pidió a Herodes el jefe de Juan el Bautista. Herodes está aterrorizado por la petición de su hijastra, pero cumple este deseo de la niña.