El pintor italiano del barroco tardío y clasicista Carlo Maratta fue uno de los maestros más populares de su época. Estudió en el taller del artista romano Andrea Sacchi, quien influyó seriamente en la formación de la escuela romana de pintura del siglo XVIII.
En una etapa temprana, el académico académico de Bolonia tuvo una fuerte influencia en el trabajo de Maratta. Casi todas las obras del artista se realizaron en Roma. Escribió composiciones para el altar, realizó pinturas monumentales, retratos.
Uno de los mejores retratos ceremoniales del maestro es un retrato del papa Clemente IX, por orden de quien Maratta realizó muchas obras.
En el marco tradicional del género, el artista logró crear una imagen memorable, en la que la pasión y la emotividad no son apropiadas. Clemente IX era un hombre bien educado, estudió en la Universidad de Pisa, donde estudió filosofía y teología.
Como un ardiente admirador de la música de ópera, Clemente IX contribuyó a la construcción de un teatro musical en el sitio de una antigua prisión de la ciudad. Otras obras conocidas incluyen: composiciones de altar y frescos en la Iglesia del Sitio de Maria Sopra Minerva, en la Iglesia del Sitio de Maria en Vallicella, en la Iglesia de Ges, en el Palazzo Altieri; “Retrato de un joven”. 1663.
Museos estatales, berlín.