
Según Francisco Pacheco, Velázquez trabajó muy duro en el dibujo desde muy joven. “Le pagó algo de dinero a un chico de campo”, recordó Pacheco, “quien posó voluntariamente para ello. Velázquez podría dibujar la cabeza de este tipo sin parar, como las cabezas de todos los lugareños seguidos. Dibujó carbón y tiza blanca sobre papel azul y siempre trató de para lograr la similitud del retrato “.
Desafortunadamente, los primeros dibujos del artista no se han conservado. Sí, y más tarde, vengan a nosotros, las obras de este género se pueden contar con los dedos. Sin embargo, este último no está conectado con pérdidas molestas, sino con las peculiaridades de la obra artística de Velázquez.
En la edad adulta, prefería pintar directamente en el lienzo, sin hacer bocetos preliminares y hacer las enmiendas necesarias “en el camino”.
En cuanto a los dibujos conservados, demuestran una vez más la habilidad sobresaliente del artista. Característicamente, están hechos con tiza negra con amplios y potentes trazos, que se parecen mucho a los famosos pinceladas de Velásquez. Arriba está su retrato del cardenal Borgia.
Portrait of Cardinal Borgia by Diego Velasquez
Retrato de la infanta Margarita – Diego Velásquez
Retrato del papa Inocencio X – Diego Velásquez
Retrato de Juan de Pareja – Diego Velásquez
Portrait du Cardinal Borgia – Diego Velazquez
Retrato de Juan Mateos – Diego Velásquez
Autorretrato – Diego Velásquez
Retrato del conde-duque de Olivares – Diego de Silva Velásquez