Para 1913, un movimiento artístico, el cubofuturismo, apareció entre los futuristas rusos. Sus creadores buscaron sintetizar las ideas del futurismo y el cubismo. La principal tarea del futurismo es transmitir la sensación de movimiento.
El retrato de Matyushin Malevich estaba formado por diferentes planos geométricos, que a primera vista lo relacionan con el estilo de las obras cubistas de Picasso y Braque. Pero hay una diferencia significativa: los fundadores del cubismo escribieron principalmente en tecnología monocromática, mientras que Malevich utiliza activamente la amplia gama de colores.
Otra característica de la imagen: en el resumen, los detalles realistas están dispersos en el lienzo. Así, por ejemplo, parte de la frente con pelo, peinada en una separación recta, repite con precisión el cabello de Matyushin, de acuerdo con el testimonio de personas que lo conocieron. Este es quizás el único detalle que indica que hay un retrato frente a nosotros.
Matyushin no solo era un artista, sino también un compositor, por lo que no es difícil adivinar que la línea de rectángulos blancos que separa la imagen diagonalmente es el teclado del piano.