El retrato de Jasper Schade van Westrum es un excelente ejemplo del trabajo creativo tardío de Frans Hals. La imagen se distingue por la sutileza de las características psicológicas y la habilidad artística. Jasper Skade, siendo juez de Utrecht, ocupó un puesto muy alto en la sociedad.
El artista creó la imagen de una persona joven, atractiva, aunque no de voluntad fuerte, vestida de manera rica pero discreta. Sin embargo, el rostro inteligente del juez, en el que vaga una sonrisa triste, ya lleva la impronta de amargura y decepción. Parece que este caballero oculta una enfermedad peligrosa o una profunda insatisfacción con la vida detrás del bienestar externo.
La composición del color de la imagen se basa en los intensos contrastes de los tonos blanco y negro, sombreados por las manchas raras de color marrón rojizo. En este lienzo, las mejores transiciones de claveles se benefician especialmente en comparación con las pinturas sobrias y frías, que se usan para vestir el modelo y el fondo del retrato en la gama de olivo oscuro.
El color negro de Khals, dotado de multitud de gradaciones, perdió aquí la gravedad y la sordera, y se convirtió en una expresión casi igual a la de los otros colores del espectro. Representando a una persona extremadamente realista, el pintor holandés no exalta a la persona representada, dándole la oportunidad de ser él mismo incluso en lienzos ceremoniales hechos a medida.