Al comienzo de su carrera en Basilea, Hans Holbein el Joven escribió dos excelentes retratos: un banquero, más tarde burgomaster de Basilea, Jacob Meyer, y su esposa, Dorothei Meyer. En ellos, el artista representó a la gente enérgica del Renacimiento suizo, inteligente, sólida, llena de orgullo burgués, facilidad y humanidad.
Cuánta gracia y gentil consideración en esta mujer. Ella se sienta sin moverse, pero llena de gracia. Su ropa refleja la posición social de una familia burguesa muy adinerada, la textura del material se transmite con precisión, el bordado es simplemente tangible, una puntada abultada con hilos de seda y el encaje más fino: todo es hecho por un joven genio.
Este retrato de una mujer joven, bella y amable refleja la era en todos los detalles de la ropa, el interior.
Este joven artista autodirigido Hans Holbein el Joven tiene todo bajo su control: la técnica es impecable, el dibujo es perfecto, pero lo principal es este don divino para transmitir el estado del alma de una persona y su esencia. Aquí – calma, confianza y amabilidad. En el futuro, en los rostros de los héroes, leeremos todo el drama de su vida, sus ojos contarán sobre la tragedia experimentada e inolvidable o la pérdida irreparable.
Y en este retrato de una mujer joven, bella y amable, se refleja la época. Es imposible apartar la mirada de una mujer, hay tanta armonía y paz en ella. Y qué colores más finos, profundos y ricos. Todos los tonos de marrón están sombreados con bordados dorados y delicado tejido beige.
El fondo azul neutro realza perfectamente esta exquisita gama.