Pintura del pintor italiano Guido Reni “Retrato de Beatrice Cenci”.Tamaño del retrato 64.5 x 49 cm, madera, óleo. La datación de la pintura es tentativa. En cualquier caso, el retrato pintado por el artista Guido Renee está tan vivo que es difícil creer que la imagen haya sido creada después de la ejecución de la bella Beatrice Cenci.
La heroína de una de las actuaciones penales más famosas de Italia, Beatrice Cenci, fue la hija del noble romano Francesco Cenci. Nacido en 1577. Fue una época de absoluta disolución moral, algo disminuida a mediados del siglo XVI bajo la influencia de una dura reacción católica.
La pérdida de la virginidad fue la causa de todas las desgracias de Beatrice: su padre comenzó a tratarla con tanta crueldad que Beatrice Cenci decidió matarlo.
Su madrastra y el hermano de Beatrice, Giacomo Chenchi, se unieron a este plan. El asesino mató al anciano Francesco a fines de 1598. El caso fue abierto, y bajo las más terribles torturas, las confesiones fueron arrancadas de los acusados.
Se hicieron pedidos y se hicieron esfuerzos para salvar a la bella Beatrice, pero el Papa, que quería tomar posesión de la propiedad de esta rica familia, se negó rotundamente a perdonar al acusado, refiriéndose al hecho de que los asesinatos de padres eran frecuentes en la Región de la Iglesia y que era necesario dar un ejemplo intimidante.
Beatrice Chenchi, Giacomo y su madrastra fueron ejecutadas en el otoño de 1599. Su hermano menor fue indultado, pero su padre, sin embargo, confiscó sus propiedades. La asombrosa belleza de Beatrice y su terrible destino la convirtieron en tema de numerosas obras de literatura elegante y canciones populares.
El proceso mismo es uno de los monumentos curiosos en la historia de los viejos procesos legales italianos.