El cuadro de Angelo Bronzino “Retrato de Andrea Doria en forma de Neptuno”.El tamaño de la imagen es de 115 x 53 cm, óleo sobre lienzo. Andrea Doria, una contemporánea del artista, se nos presenta como una escultura antigua de un formidable señor de las profundidades marinas. El cuerpo musculoso está diseñado con la simplicidad clásica, casi en las tradiciones renacentistas; De manera proporcional, de composición llana, la paleta se sustenta en tonos gris pardo.
La imagen mitológica se completa con un tridente y una cuerda gruesa retorcida en un anillo a la derecha de la figura principal, con un poco de parafernalia marina. El hecho de que este sea un retrato de corte nos recuerda solo la inscripción familiar sobre el tridente y el rostro aburrido de Andrea Doria. Almirante genovés y estadista, nació en una antigua familia aristocrática.
Quedó huérfano desde el principio, se convirtió en soldado, sirvió primero en la protección del Papa Inocencio VIII, luego en los reyes de Nápoles Fernando I y Alfonso II y varios príncipes italianos.
En 1522 se trasladó al servicio del rey francés Francisco I y sirvió con él en los años 1522-25 y 1527-28. De él recibió el rango de capitán general. Tras la expiración de su contrato, se trasladó al servicio del emperador Carlos V. En el rango de almirante, dirigió varias expediciones contra los turcos, capturados Koroni y Patras, en 1532, junto con el emperador participó en la captura de Túnez en 1535.
Carlos V encontró en la persona de Doria un asistente invaluable en su lucha con Francisco I, a través de él extendió la influencia del imperio a toda Italia.
En 1541, Doria participó en la campaña fallida de Carlos V en Argelia. Salvó al ejército y la flota del emperador de la desaparición final, en contra de su consejo, que había emprendido una campaña en Argelia. Durante los siguientes cinco años, Doria continuó sirviendo con el emperador, participó en varias guerras.