Kiprensky desarrolla su propio estilo cuando una clara individualidad de una personalidad concreta se combina con las características típicas de la época: los “signos de los tiempos”.Por lo tanto, incluso en el retrato infantil de Chelishchev, que se compara constantemente con Petya Rostov, existe una tensión en el período anterior a la guerra.
La combinación de colores brillantes en la ropa del niño (azul espeso, escarlata, blanco) y negro, casi sin ojos brillantes, crea una imagen que combina la espontaneidad del niño y la seriedad del adulto. El artista parecía predecir el extraordinario destino de su héroe. A la edad de quince años, A. A. Chelishchev ya había participado en la Guerra Patriótica de 1812 y llegó a París en las filas del ejército ruso.