En su famoso trabajo “Relatividad”, Maurits Escher utiliza una técnica especial llamada teselación. Con ello, un plano visual se divide en varias partes. En la imagen, el artista organizó la composición en tres planos perpendiculares entre sí.
Esas obras de Escher continúan sorprendiendo a la audiencia con las complejidades de las formas y los planos, y están llenas de diversas paradojas visuales, a veces invisibles sin un estudio cuidadoso de la imagen.
Lo mismo ocurre con este trabajo: a primera vista, parece que en la imagen todas las formas se combinan idealmente entre sí, pero después de observar detenidamente, hay puntos de contacto, en los que hay una notable contradicción. Este mundo, creado por el artista, contradice todas las leyes de la física y la gravedad.
Muchos críticos han notado que el trabajo de Maurits Escher es bastante difícil de entender para un espectador común, pero a pesar de esto, las formas geométricas complejas en las obras del artista se han vuelto muy populares y siguen siendo demandadas en nuestros tiempos.