La presa en Moulsey, cerca de Hampton Court [1874] Sisley siempre buscó vivir cerca de los ríos, por lo que el agua, del cual el artista parece estar enamorado, es un elemento indispensable de sus pinturas. Incluso cuando no está en la forma habitual de “estanque”, todavía está presente, convirtiéndose en lluvia o nieve.
El agua, con su variabilidad, generalmente atrajo a los impresionistas, siendo para ellos el “equivalente” terrenal del cielo. Para Monet, cualquier estanque se convirtió en una fuente de tramas dramáticas, transformándose en elementos violentos en sus lienzos. El agua en Sisley parece mucho más tranquila y, si puedo decirlo, más amigable con la persona.
Está animado por la presencia de un hombre que, al erigir acueductos, obras hidráulicas y represas, hace su existencia “ennoblecida” y la convierte en otra área de aplicación de sus obras.
A modo de ilustración de lo anterior, presentamos dos pinturas de Sisley: “The Dam in Moulsey, cerca de Hampton Court” y “The Seine in Argentee”, 1872. La imagen del agua en los paisajes marinos pintados por Sisley al final de su vida cambia un poco. En estas obras, pierde su calma habitual, casi la primera vez que habla como un romántico abrumado por las pasiones.